—Laku,
laku, tengo miedo! Se puso negro el cielo.
—Venga m´hijito, arrímese al
fuego. No tanto, no se me vaya a quemar. Y no grite que Huenu-Chao se enoja si
se hace mucho ruido.
¿Usted sabía que hace mucho, mucho,
el tiempo estaba quieto con todos los inviernos y todos los veranos iguales; si
moría un Nahuel nacía otro con las mismas manchas, y las flores de amankay se
marchitaban para que nacieran otras idénticas de la misma rama? Por entonces había además otro Lanín al lado
del de ahora, pero mucho más grande.
—¿Cómo desaparece una montaña?
—Resulta que una vez andaba un
cuis, ratón sin cola, medio perdido buscando hierbas en la base del Gran Lanín
cuando se le aparecieron unos salamanqueros queriendo sombras. Ellos siempre
necesitan más para agrandar la oscuridad, pero lo peligroso es que si roban la
sombra de un animal o de un hombre, ese tiene que seguirlos a la salamanca para
siempre.
El cuis temblando les dijo: «Yo doy poquita sombra
compañeros, pero en aquella cueva hay un dragón enorme. Si me ayudan a
vencerlo, van a llevarse para aumentar lo negro del socavón hasta hacer bailar
a Huecufü.»
A los diablos les gustó el
trato, y el cuis con mucho cuidado entró
a la cueva del dragón y empezó a mordisquearle la cola. En cuanto el dragón
despertó, el ratón salió y le habló escondido entre unas piedras: «Antes de
comerme, ¿no querría jugar una chueca con ventaja? Usted vale por doce y yo, ya
ve, ni cola tengo.»
El dragón pensó
«este es cuis comido», y aceptó.
—Pero, ¿qué es una chueca, laku?
—Los antiguos no tenían baraja y
les gustaba jugar corriendo como a usted. Era entre muchos, con palos y pelotas
de cuero. El caso es que el cuis era mucho
más rápido y podía agarrar los palos y tirar las piedras con más habilidad. Además
los diablos sin hacerse ver, jugaban de su lado. El dragón se movía muy
despacio, le costaba levantar las patas, y cada piedra que tiraba iba demasiado
lejos. Así, el cuis ganó la partida y salió corriendo a esconderse en su
madriguera.
Furioso, el dragón empezó a echar
fuego y quemó todo lo que había alrededor; pehuenes, calafates, notros. La tierra quedó más negra que ese
cielo que lo asusta, seca, reseca. Ni cuenta se dio el bicho de que los
salamanqueros le habían robado la sombra.
A la mañana siguiente, el Nahuel desde
una piedra y el Ñanco sobrevolando, miraron horrorizados la quemazón.
No se daña así a la Mapu.
Ahí no más se pusieron de acuerdo.
Ni bien el dragón volvió a salir de su cueva, con buenas palabras le ofrecieron llevarlo
hasta la madriguera del cuis para vengarse.
El Ñanco volaba cruzando camino y
el Nahuel iba al lado del dragón, no muy cerca y siempre sobre piedras. Al
llegar a la boca del Gran Lanín, el Nahuel rugió, «allá, bien abajo,
encontrarás al cuis.»
Así fue como el Gran Lanín pasó
todos los días que le quedaban sacando humo, echando chispas. El dragón tiraba
piedras, hacía temblar la tierra y bramaba como cien vacas, queriendo salir
como fuera; pero su sombra estaba atrapada.
Hasta que un buen día
Huenu-Chao se cansó. Sacó su mano,
empujó la rueda, de un golpe lo dejó plano, y el tiempo echó a rodar. Desde entonces todo empezó a cambiar.Quedó un
solo Lanín que está quieto y callado. Ya ni las estaciones, ni los animales, ni
los hombres son siempre iguales. Van corrigiéndose con el movimiento del tiempo.
—¿Y Huecufü y los otros diablos,
laku?
—Andan bajo otros volcanes. A veces echan humo y cenizas y hacen
temblar la tierra, pero Huenu-Chao no ha vuelto a enojarse tanto todavía. No
sabemos qué hará cuando vuelva a empujar la rueda.
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
Léxico:
Amankay: Vocablo
quechua que designa una planta de la familia de las amarilidáceas difundida por
todo el continente americano. En la Patagonia se la conoce también como Liutro
o Pultro.
Calafate: Arbusto
espinoso de hasta 2,550m de altura; produce un fruto azulado con el que se hace
chicha o dulce. Sus raíces se usaban como tintura para los tejidos. Crece en la
cordillera desde Catamarca hasta Tierra del Fuego.
Chueca: Juego mapuche
en el que intervienen doce personas por cada equipo. También lo llaman palín.
Tiene cierta familiaridad con el jockey.
Huecufü: El espíritu
maligno más poderoso. El Diablo.
Huenu-Chao: Uno de los
nombres de la principal deidad de la cosmogonía mapuche. Padre del Cielo.
Laku: abuelo.
Lanín: Volcán ubicado en el límite entre Argentina y Chile, en la Cordillera de los Andes.
Lanín: Volcán ubicado en el límite entre Argentina y Chile, en la Cordillera de los Andes.
Mapu: La tierra de
los mapuches (lit. gente de la Mapu)
Nahuel: Tigre
americano, actualmente desaparecido.
Notro: Arbusto de
hasta 9 mts. de altura con flores rojas. También llamado ciruelillo.
Ñanco: Ave semejante
al halcón o al águila, de pecho blanco y espaldas pardas. Se la considera un ave sangrada, mensajera de Dios y
agorera para jornadas de camino.
Pehuén: Conífera que
alcanza hasta los 40m de altura. Su fruto es el piñón. Árbol de gran
importancia religiosa y económica en la cultura mapuche.
Salamanca: Cueva en lo
profundo de los cerros y montañas donde habitan los diablos y otros espíritus
malignos.
Salamanqueros: Espíritus
del mal, diablos y brujos que habitan en las salamancas.
Bellísima historia, Juana! Me encantó leerte y conocer un poquito más de la mitología de nuestra tierra.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bueno que te gustó. Venía muy atrasada con la lectura, y no lo había visto. Alentás mi autoestima. Un abrazo.
Eliminar