«¿Será
posible? ¡Vieja de mierda! Las dos de la mañana… No, no pienso contestar; si
olvidó las llaves que llame a su amiga», murmura Beltrán semidormido ante el sonido
del teléfono móvil que lo despierta. Pero la vecina del sexto piso que molesta siempre
a las horas de descanso; a quien a diario le pasa un “pudo haber sido una
tragedia”, y nunca retribuye siquiera con una sonrisa, insiste, insiste, insiste.
Beltrán se rinde.
—Las puertas del ascensor no cierran, Beltrán. No voy a subir seis pisos.
—Voy.
« Ni una
disculpa, ni un buenas noches, a veces la mataría». Va hasta la sala de
máquinas y mueve una palanca. El ascensor arranca. Beltrán vuelve a la cama,
pero una rata se cuela por las puertas
tijera trabando la segunda al instante.
La mañana es
de gritos y espanto. Todo el consorcio multiplica teorías sobre lo que pudo
haber pasado. Tampoco Beltrán lo entiende. Le preocupa la posible investigación policial, sin
embargo los viejos resentimientos pueden
con él: «¡Ni muerta va a dejar de joder esta mujer!»
La vecina
del sexto yace en el piso del ascensor con parte de la pierna izquierda trabando
la puerta del aparato.
En el
sótano, la rata disfruta unos granos que cayeron de la cartera abierta.
La vecina
contempla su cuerpo caído con tan poca elegancia y dignidad y aun insegura de
su muerte se dice: «Podría limpiar mejor este hombre… Así, nadie sabrá jamás porqué he
muerto».
¡Hola, Juana! Un micro deliciosamente macabro, ja, ja, ja... Ese "ni muerta va a dejar de joder esta mujer" me da que va a ser una losa que Bertrán va a llevar de por vida, dado que la señora desde luego no va a dejar de incordiarlo pese a su fallecimiento. Un abrazo!!
ResponderEliminarHay gente que viene ya con vocaciones especiales para molestar al prójimo, y no ceden estén donde estén, (ja,ja). Gracias por tu comentario, David. Un abrazo
EliminarEsos detalles con los que nadie cuenta y que las prisas nos hacen no percibir son los que estropean las cosas y nos pueden crear tremendos problemas.
ResponderEliminarMuy buen micro.
Un beso.
Sobre todo cuando uno está pasado de sueño. Gracias, Rosa.
EliminarHay personas que hasta después de muertas siguen dando la lata, jajaja. Muy bueno! Saludos.
ResponderEliminarEl espíritu "joditivo" sigue aún después de morir. Me encantó tu relato, saludos.
ResponderEliminarGracias, Ana. Adoptaré el adjetivo "joditivo", me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo
Estupendo, Juana. Un micro muy negro en un tono muy divertido.
ResponderEliminarBendita rata, es por eso que me niego a vivir en donde tengan ascensor, las escaleras son mas seguras.
ResponderEliminarQué casualidad. A mí también me ha dado por una vieja impertinente. Tú la has bordado. Felicidades.
ResponderEliminarHola, Juana! Aparecieron los fantasmas en el microrreto! Me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Juana. Me encantó ese final, le da un toque fantástico, mágico, ya echada me menos a esos fantasmas en este reto.
ResponderEliminarUn abrazo, Juana.
Hola Juana, el final, me dejó k.o. La rata, los granos, el espíritu de la señora qué seguía r que r. Pobre conserje, le espera una con la rata y el fantasma de muy señor mío. Un abrazo
ResponderEliminarHay vecinos que dan la lata a los porteros hasta después de muertos. No dejan a los vivos descasar en paz.
ResponderEliminarAbrazos.
Muy divertido, Juana. El fantasma de la mujer se encargará de que Beltrán se acuerde de ella.
ResponderEliminarSaludos.
Ni después de muerta deja de incordiar la señora, es verdad jaja. Final con toque esotérico, la mujer se contempla a si misma desde el más allá. Muy buen micro Juana. Un abrazo.
ResponderEliminarVayaz cómo está la comunidad de ancianas de armas tomar, je je, je. Y ésta, encima no va a dejar de incordiar aunque esté muerta.
ResponderEliminarUn relato macabro y sorprendente.
Felicidades.
Has recreado perfectamente ese ascensor trabado y con la puerta chocando en la pierna izquierda del fiambre. Macabro y perfectamente retratada la "Vieja de mierda"
ResponderEliminarHola Juana , como dice David , esa pena la llevara en cima siempre
ResponderEliminarY es que hay cada vecino , que son muy pesados , y eso la verdad es un incordió , te deseo una feliz semana , saludos de flor.
Parece que a muchos de nosotros nos ha dado por ancianas. La tuya, Juana, es muy jodelona, ni muerta deja al pobre Beltrán en paz.
ResponderEliminarAscensores y rata brrrr ¡vaya mezcla!
Un cariñoso beso, Juana.
Hola, Juana, una historia divertida y con suspense, nos quedaremos con la duda de si vivirá tranquilo Beltrán o le perseguirá el fantasma de la vecina del sexto.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Juana. Relato con un punto macabro, suspense y humor y la ecina del sexto que no dejará de incordiar así se muera. Estipendo relato. Un abrazo.
ResponderEliminarEl final es muy imaginativo. Un buen texto, ya lo creo.
ResponderEliminarUn abrazo
Todo se engendra por la discordia que, como un dedo aceitoso, ensucia a los demás.
ResponderEliminarSaludos.
Me encantó el relato y lo bien que están perfilados los personajes.
ResponderEliminarY debo decir, que, sin sentir culpa, no me entristeció para nada la muerte de esa vieja pesada, ja, ja, ja.
Buen relato.
Un saludo.
Hola, Juana!! Me ha encantado, especialmente el final. Ni muerta, va a dejar tranquilo a Beltrán jajajaja. Pero, es que Beltrán también se las trae eh? vaya dos!! jajaja.
ResponderEliminar¡Fantástico giro final!
ResponderEliminarMenuda trama entre humor y novela negra. Y esos personajes tan tremendos... ¡Enhorabuena! Me ha gustado mucho.
Un saludo.
Que mujer tan posesiva de la limpieza, esa seguro murió de un infarto cuando vio la rata jajaja. Y todo culpa de Beltrán que no limpia. Jajajaja. Saludos cordiales desde Puerto La Cruz Anzoátegui Venezuela. Raquel Peña de Perlas narrativas
ResponderEliminar¡Hola, Juana!
ResponderEliminarMe ha gustado la terquedad de la mujer, incluso tras haber abandonado este mundo, jaja. ¡Felicidades! Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.
jajaja 😁 Razón tiene Beltrán al pensar que ni muerta esa señora lo va a dejar en paz. Un abrazo 🐾
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