Algunas aclaraciones para mis compañeros de la así llamada Madre Patria: Aún hoy en algunas regiones se habla mezclando el castellano con palabras del guaraní casi como un dialecto.
Kaabó significa querida.
Tereré es una bebida fría hecha con yerba mate y agua con hielo.
La voz “Che” significa “mi” o “mío” y con mucha frecuencia se une al sustantivo que le sigue. Así, ch´oga es mi casa y ch´anguirü, mi amigo; al mezclar ambas lenguas se da el caso de decir “su miamigo” o “su micasa”.
—Le han traído esto de
parte de su ch´anguirü Holmes.
—Imposible, los muertos no mandan telegramas.
—Éste sí.
Necesita líquido. Ante todo un tereré y
aire para encarar lo inesperado.
Sir Arthur obligado resucitarme stop
Envía Sebastian Moran a Iguazú stop
Cuidado stop
Mejor cazador universo stop
Su amigo Holmes stop
—Rápido Guásom, a ch´oga.
El jaguareté lo sigue
silencioso. En la casa, Aberí revuelve diarios viejos. A punto está de enojarse
con Ella creyendo que los ha usado para encender la cocina. Por fin encuentra
lo que quiere. Una hoja con la borrosa imagen de un hombrón de enormes bigotes
blancos, armado con un rifle, apoyado sobre el lomo de un tigre muerto. Se
lo muestra a Guásom que comienza a
retraerse y a emitir una suerte de rugido lamentoso.
—¿Entendió ch’anguirü? Esta noche va a la selva y avisa; después viene a quedarse con Ella. No me siga. Yo voy primero al gallinero a alertar al chajá.
Pero Guásom obedecerá a medias. No se
quedará en la casa mientras Waré haga el trabajo humano y tratará de protegerlo
de lo que sea.
Aberí Waré Comienza lo
que parece un paseo o visita entre vecinos. Aquí un tereré, allí una cerveza, más
allá compartir el fresco de la tarde en alguna vereda. Así, como quien no
quiere la cosa, va juntando datos, tratando de destejer la trama de chismes para llegar donde le interesa: El extranjero mayor de enormes bigotes blancos,
que trae muchas armas de distinto tipo, que no ha mirado mujer, que no se ha
interesado por las mejores casas, que ha encargado vituallas para algún tiempo,
ropa liviana, nada de yerba mate, apenas algo de té, mucho de whisky comprado
en la frontera de contrabando, también tabaco, carga para fusil a repetición,
una hamaca y la imprescindible provisión de un mosquitero para su cama. Alguien
le ha dado a probar la mandioca y le ha gustado. Se ha instalado en una casucha
cerca de las cataratas.
El detective, de
costumbre tan comunicativo como sus vecinos, hoy se ha limitado a repetir: «Ajá».
La selva es un paraíso
al que se entra machete en mano y del que no se tiene la certeza de poder
salir. Antes de atreverse hay que aprender a
escuchar, a afinar el oído como el chajá; porque cualquiera oye a los monos
rojos, al papagayo o al mismo chajá, pero hay que aprender a distinguir el
serpenteo de los reptiles, el ejército de hormigas del paso de otros insectos,
el quejido de las hojas secas bajo las patas de tapires y osos hormigueros, y
tanto más. En cuanto al ver, la luz que se filtra entre los distintos estratos
crea sombras ilusorias, falsas plantas, formas inexistentes.
Aberí Waré cree, con
razón, que lleva cierta ventaja sobre Sebastian Moran. Se detiene apenas un
momento para regocijarse en los colibríes, admirar al tucán y las mariposas,
Pero avanza cuidando de no pisar y no
tocar arañas o víboras venenosas. Le ha parecido ver los ojos amarillos de Guásom
entre las hojas: «¿habrá desobedecido?» Los monos rojos gritan enloquecidos y más de un chajá lleva
su aviso volando a alturas increíbles. Es hora de acercarse a las cataratas.
No lo ve. Ve el caño
del fusil apuntando a los árboles altos. Oye los disparos y los golpes de los
monos que caen, la huida de rama en rama; pero también percibe una yarará que
avanza rápida y silenciosa hacia Moran. Se detiene unos pasos detrás de ella. Moran
está sobre un suelo pantanoso apuntando
a los monos y no ve que a su derecha, entre el barro, avanzan los ojos de un yacaré y desde la selva, la yarará se desliza
hacia su pierna.
Algo como un instinto
de la especie le hace gritar «¡cuidado!». El cazador vuelve su arma hacia él, pero
un segundo antes de apuntar, Guásom salta de entre los árboles y lo
desequilibra. El yacaré le prende un brazo y lo arrastra. El último envión lo
da la cascada misma: Moran ha caído en la Garganta del Diablo.
Escribe:
Moran ahogado stop
Héroe Guásom stop
Su ch´anguirü Waré
stop
Al tiempo llega la
respuesta:
No se fie stop
Sir Arthur capaz ir
centro infierno stop
Me hizo volver stop
Felicitaciones Guásom
stop
Hasta próximo caso stop
Su
amigo Holmes stop
Caramba, muy, pero que muy exótico, y te agradezco la aclaración de palabras que haces al principio porque facilita las cosas al lector. Qué bueno ser amigo de Holmes y que desde la frontera de lo numinoso advierte de los peligros. Es muy ingenioso porque verdaderamente a Arthur Conan Doyle el público le afeó que hubiera eliminado a su detective en Suiza a manos de Moriarty y poner de relieve esa anécdota real me ha complacido muchísimo. En cuanto a lo acertadamente descriptivo del texto, tengo que reseñar que lo hace bello, muy hermoso y frondoso, de hecho he podido escuchar los sonidos de los manglares y la cacofonía natural entre lianas. Así pues, deberías estar tremendamente satisfecha, ya lo creo.😊
ResponderEliminarGracias, Juan! Tú también eres frondoso y exagerado. Siempre mi reverencia y "a los pies de usted" para el caballero Cyrano
EliminarGracias, Juana, por participar con este relato en el homenaje a Dashiell Hammett y la novela El Halcón Maltés. Un abrazo y suerte!
ResponderEliminarBuenísimo me ha gustado muchísimo. Derrocha imaginación y humor enhorabuena. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Juana. También a mí me ha gustado mucho tu relato. Ingenioso y muy bien ambientado. Transmites muy bien el aroma y los peligros de la selva y esa trama en torno a Sherlock Holmes es estupenda. Felicidades y mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminarHola, Juana. Un ardid descriptivo colosal el que nos ofreces junto con la eterna figura de Holmes y su creador. Yo también me he sentido como andando por dentro de la selva, y es que la precisión de tus palabras abruma.
ResponderEliminarMucha suerte y un abrazo!
Hola juana, un relato muy diferente a todo lo que
ResponderEliminarHe leído, no sé si fue por el lenguaje o no se, pero a mí me
a gustado te deseo mucha suerte, te deseo una feliz semana santa
Saludos de flor.
Qué buenas descripciones de las escenas. Fantásticos mundos selváticos en donde revivir a Holmes es posible y se invade nuestra realidad para revivir a Sir Arthur también. Saludos!!
ResponderEliminarImaginativo, lúdico y muy exótico. Me ha gustado el ritmo y la trama.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Juana. Has unido muy bien la obra de Conan Doyle con este detective guaraní. Sebastián Moran, el compinche ddd Moriarty en el caso de La casa deshabilitada, encaja a la perfección con la imagen del cazador furtivo, recibiendo por sus pecados un justo castigo.
ResponderEliminarUn relato imaginativo y sorprendente. Felicidades.
Hechizada por tu saber hacer, Juana.
ResponderEliminar“ABERI WARÉ” me suena a AVERI-GUARÉ, permíteme la broma, Juana, y vaya que averiguó.
Se agradecen las aclaraciones del guaraní, pero en su conjunto se entiende incluso sin traducir, porque eres una maestra en el arte de contar. Eres de naturaleza cuentista, y aprovechas para meter a la madre tierra, a la madre selva, a la madre naturaleza, en muchos de tus cuentos. Y encima, te has permitido hacer un guiño nada más y nada menos que con el mismo Sherlock Holmes. Y alguna humorada, como el ajá y el Guásom, que suena a Watson, menuda guasa.
Me ha gustado muchísimo, Juana, cuando Aberí Waré indaga entre los vecinos, espía al extranjero mayor, saca conclusiones.
El ambiente selvático lo pintas de luces y sombras, creando un paisaje fantástico e inquietante. Hay color, hay sonido, hay barro y ciénagas y Morán caído en la garganta del diablo.
Solo queda felicitar porque es un relato magnífico.
Sí Tará, los nombres del detective y su mascota, tienen su origen en un viejo chiste, porque detective no tiene traducción al guaraní. No existe el concepto. Lo aproveché para poner algo de humor. Eres tan buena lectora!! Un abrazo grande
EliminarPerdón, el acento se me coló por la influencia guaraní del cuento, jajajaja!
Eliminarjeje Juana Guaraní
EliminarHola Juana, un relato diferente, con un toque exótico. Me parece muy bien ambientado y resulta muy interesante asomarnos un poco a la cultura guaraní. Muy acertado juntar a Sherlock Holmes en la historia. Saludos.
ResponderEliminarHola Juana. Menuda aventura en la selva, en la que hasta el mismo Sherlock Holmes hace su aparición desde el más allá. No conocía esos términos autóctonos, siempre es buen momento para aprender. Mucha imaginación la que pones en juego en esta historia. Un saludo.
ResponderEliminarHola Juana, me gustó mucho tu relato, es hermosa la zona que describís, estuve a punto de conocerla antes de la pandemia, pero no fue posible, me encantaría ver esa selva y sus habitantes, pero no encontrarme con las arañas, ni serpientes, aunque creo es inevitable.
ResponderEliminarMuy bueno realmente te felicito, mucha suerte, PATRICIA F.
El título ya nos aventura un gran relato. No puede estar mejor ambientado, nos hemos metido en la selva mientras leíamos. Estupendo relato, por su descripción y ambientación, así como por su originalidad. Gracias por las anotaciones previas. Saludos!
ResponderEliminarUn amigo guaraní de Sherlock Holmes, que también es detective. Magistral idea.
ResponderEliminarComo lo de Conan Doyle como el verdadero enemigo.
Una buena historia. Saludos.
Hola Juana, que bien cuentas toda la historia y como gracias a tus aclaraciones sobre el lenguaje guaraní se entiende mucho mejor el argumento. El situar la acción en plena selva le da un toque exótico que unido al título nos aventura una trama diferente.
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Todo esto salio como una aventura cinematografica en un sitio hiperexotico, claro esa mascota es todo un premio tenerla de amigo.
ResponderEliminarVeremos que hace sir Arthur que era bastante imaginativo. Mato a Holmes para poder escribir...alguna otra cosa
Hola, Juana. Lo que más me ha gustado ha sido la ambientación, la fina ironía, los guiños a Holmes y la historia-cuento-mito. Es decir, me ha gustado todo porque es original e imaginativo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Juana! Me he divertido mucho con tu detective guaraní, amigo de Sherlok! Me encantó. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Juana. Excelente ambientación para este relato de aventuras en la selva . Se lee muy bien y mantiene la intriga hasta el final. Mucha suerte en el concurso. Saludos.
ResponderEliminarMe encanta el título y la historia.
ResponderEliminarMucha suerte Juana.
Muy buen relato regionalista de tintes pintoresquista. Me gustó mucho.
ResponderEliminarMuy original que el detective mantenga comunicación con Holmes, incluso desde el más allá, ja, ja.
También me pareció muy interesante la referencia jocosa en el nombre del detective "averiguaré".
Suerte en el Tintero.
Un saludo.
Cuando tenía trece años estuve a punto de ir a ver las cataratas del Iguazú, al final no pudo ser pero tú acabas de llevarme a ese lugar. Gracias. Por fin he podido hacer ese ansiado viaje, y en compañía nada menos que de Sir Arthur Conan Doyle. Un relato muy original, no se parece a ninguno de los anteriores. Jamás creí que pudiera hacerse poesía con un relato de noir. Fíjate que no me di cuenta de lo de Averi-Guaré... ¿en qué estaría pensando?
ResponderEliminar¡Muy bueno!
Suerte con el concurso.
Un saludo.
Que buena la historia y la ambientación me ha resultado muy original.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso.
Hola, Juana. Buena recreación del pasaje y mejor mezcla de culturas tan dispares. La escena de la selva con su descripción usando a la fauna como protagonistas me parece de lo más acerado al dejar bien claro el peligro que tienen sus habitantes nativos. El cazador cazado podría ser la conclusión de tu historia. Por cierto, el recurso de los telegramas me parece muy original y apropiado. Saludos y suerte.
ResponderEliminarUn relato muy descriptivo y lleno de emociones y el misterio de la selva. Una perla para ti 😍. Raquel Peña desde Venezuela/
ResponderEliminarUn Holmes muy original, Juana. Me encanta que uses el guaraní, es estupendo poder conocer otras lenguas. Muchas gracias por darlo a conocer y por el relato. Un abrazo.
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