domingo, 13 de noviembre de 2022

ENEMIGOS

 



Me atrae la oscuridad.  No es que no me guste la playa pero el sol me hace mucho daño. Para mí la playa es cuando la arena ha enfriado, entonces soy feliz sumergiéndome en ella. Los corredores sin luz son mi lugar de práctica. Corriendo le gano a cualquiera. Debería probar en alguna olimpíada.

No me quieren. Es más, me odian y me persiguen con alaridos en cuanto me ven. Mejor así. La noche es mía. Me basta algún descuido de mis enemigos para encontrar comida. Las bebidas no son lo mío. Siempre tengo miedo de ahogarme.

Hoy ha hecho un calor excepcional. Aún en la oscuridad he tenido que quedarme muy quieta esperando que baje la temperatura. Es otra de mis habilidades. Sé engañar al enemigo cayendo en estado cataléptico. Cuando menos lo piensa, estoy nuevamente ganando la batalla. Soy de ascendencia longeva y mucho más lo serán las nuevas generaciones con defensas ante la guerra nuclear.

Se enciende el farol de vigilancia. Debo correr. Ah, siento la lluvia ácida que quiere quemarme. Mis enemigos son gente sin piedad. Caigo en un hueco duro, de piedra. Tiene tres agujeros al fondo. Quiero escabullirme por allí. La lluvia me sigue. No tengo más fuerzas. Pero al final de la tierra habremos ganado.

                                                           ***

—¡No sabes, Martita, el susto que pasé anoche! Prendo la luz del baño, en el piso una cucaracha. La perseguí con fumigador hasta que murió en el lavatorio.  Creí que me moría.