Me atrae la oscuridad. No es que no me guste la playa pero el sol me
hace mucho daño. Para mí la playa es cuando la arena ha enfriado, entonces soy
feliz sumergiéndome en ella. Los corredores sin luz son mi lugar de práctica.
Corriendo le gano a cualquiera. Debería probar en alguna olimpíada.
No me quieren. Es más, me odian y me persiguen con
alaridos en cuanto me ven. Mejor así. La noche es mía. Me basta algún descuido
de mis enemigos para encontrar comida. Las bebidas no son lo mío. Siempre tengo
miedo de ahogarme.
Hoy ha hecho un calor excepcional. Aún en la oscuridad
he tenido que quedarme muy quieta esperando que baje la temperatura. Es otra de
mis habilidades. Sé engañar al enemigo cayendo en estado cataléptico. Cuando
menos lo piensa, estoy nuevamente ganando la batalla. Soy de ascendencia
longeva y mucho más lo serán las nuevas generaciones con defensas ante la
guerra nuclear.
Se enciende el farol de vigilancia. Debo correr. Ah,
siento la lluvia ácida que quiere quemarme. Mis enemigos son gente sin piedad. Caigo
en un hueco duro, de piedra. Tiene tres agujeros al fondo. Quiero escabullirme
por allí. La lluvia me sigue. No tengo más fuerzas. Pero al final de la tierra
habremos ganado.
***
—¡No sabes, Martita, el
susto que pasé anoche! Prendo la luz del baño, en el piso una cucaracha. La
perseguí con fumigador hasta que murió en el lavatorio. Creí que me moría.
Simplemente buenísimo.
ResponderEliminarOdio las cucarachas pero me ha dado un pelín de pena.
Aunque me considero animalista, siento repugnancia por las cucarachas, y son mucho más listas de lo que la gente cree, tal y como lo describes. Y muy probablemnete serán de los pocos supervivientes de una guerra nuclear, je, je.
ResponderEliminarMuy bueno el micro.
Un saludo.
Observo que si no tengo activada la cuenta de gmail aparezco como anónimo. Así que ahora me identifico.
ResponderEliminarLas cucarachas, aunque reconozco que nos dan a todos unos sustos de muerte, son en realidad unas eternas supervivientes! Aquí el villano del cuento sería quizá la persona que la perseguía con el fumigador, no? Un abrazo!
ResponderEliminarExcelente, no me imaginaba de quién se trataba la historia hasta el final, y es que son realmente repugnantes las cucarachas, me gustó mucho.
ResponderEliminarSaludos, PATRICIA F.
Este es uno de esos micros que hay que leer dos veces. La segunda tras ser desvelado el sentido de todo el texto. Y entonces todo cobra otra dimensión. Muy ingenioso. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
Coincido con MJ Ruiz, al principio pensé en algún "ser humano" cambiado por la guerra nuclear pero al final nos sorprendes gratamente. Y si, tuve que leerlo dos veces también e igual me pareció muy original e ingenioso. Saludos.
ResponderEliminarHola, Juana:
ResponderEliminarTal y como anticipa el título, tu relato tiene enemigos: el aburrimiento, lo previsible, la monotonía... Y los vence con la misma facilidad con la que un insecticida elimina una cucaracha.
Gran relato, Juana.
Hola, Juana. ¡Qué bueno! No esperaba en absoluto ese final y me ha hecho volver a releer el micro. Conociendo ya a la protagonista todo cobra otra dimensión. Muy original y muy bien contado.
ResponderEliminarNo me esperaba ese final, lo leí ansiosa esperando a ver quien era el protagonista y mira tu la pobre cucaracha acabó mal.
ResponderEliminarMuy original
Un abrazo Juana
Puri
Hola Juana:Sin duda la que murió fue la cucaracha. Un buen relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHay un chiste circulando por ahí que dice que, si ocurriera una catrástrofe nuclear, los unicos supervivientes serían las ratas, las cucarachas y los abogados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vida difícil y dura la de las cucarachas, la cual representas muy buen en tu micro, Juana. Intuí pronto que podía ser algún insecto por su peculiar humanización, pero me sorprendió que fuera una cucaracha, quizás debido a que me resultan indiferentes, no como otros insectos. Me ha parecido muy creativa tu historia. Buen relato, me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Juana! Muy buen relato, con un tono muy peculiar. Pensaba que estaba ante un mundo apocalíptico por la aparición de la lluvia ácida y resulta que la protagonista era una cucaracha huyendo de los humanos. Un saludo.
ResponderEliminarQué buen relato. En vilo me has tenido hasta el final. Felicidades y un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola, Juana! Me pillaste por completo. Conforme leía me imaginaba a un vampiro, a un zombie o un monstruo parecido. Tras leer el giro final, paladee de nuevo la historia y me ha encantado comprobar cómo todo lo narrado encaja perfectamente con ese nuevo enfoque. Fantástico villano, aunque ahora no sé si la cucaracha o la humana, ja, ja, ja... Todo depende del punto de vista. Un abrazo!
ResponderEliminarEvidentemente, era una cucaracha. Enhorabuena.
ResponderEliminarEstaba esperando a Gregorio Samsa esperando a su alter ego para aplastarlo como ese demonio interno arto de vivir con miedo a sí mismo, ja, ja, ja,
ResponderEliminarGenial relato, Juana, a mí también me gusta la oscuridad, pero espero no ser un cucarachoide, ja, ja.
Un abrazo!
Buen relato, Juana. Confieso que me esperaba un villano apocalíptico y me ha sorprendido encontrarme con una cucaracha perseguida por una villana con buenas razones para asesinarla.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Juana, que buen micro, de verdad es que me encantó.
ResponderEliminarNo hace mucho vi un documental de la dos, en el que se titulaba 2000 sin ningún ser humano sobre la faz de la tierra, no había ningún ser vivo ni animal, lo único que poblaba la tierra era la cucaracha, ya que es de la época de los dinosaurios.
Besos de flor.
Hola, Juana. No esperaba que el protagonista fuese una cucaracha. Está muy lograda la tensión y el final sorprende mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días, Juana.
ResponderEliminarEste es uno de esos microrrelatos que hay que leer dos veces. La segunda, después de ser desvelado el protagonista. Y entonces todo cobra otra dimensión.
Y yo me pregunto: ¿Quién es el villano? Sí, ya sé que las cucarachas me dan asco, pero ella sólo vivía tranquila, sin molestar. Y entonces llegó la amiga de Martita y la fulminó con la guerra química. ¡Pobrecita! Muy original.
Un saludo.
Hola Juana. Qué diferente es el mundo según el punto de vista desde el que se mire, la cucaracha narra su tragedia que para la humana es algo sin mayor importancia, pero la malvada tiene reservado un oscuro final para la humanidad confiando en nuestra irresponsabilidad. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Fabuloso! Te has metido en la mente de una cucharacha y he sentido lo mismo que ella, y como humana... compasión. Se las mata sin piedad, pero si se miran bien, son unas supervivientes, con una inmensa capacidad evolutiva, por eso heredarán la tierra...
ResponderEliminarDe lo mejor que he leído en este reto. Enhorabuena!
Un abrazo :)
Hola, Juana. Me has tenido hasta el final pensando qué ser diabólico, animal o cosa sería este y ha resultado un bicho odiado por todos. Pero a las cucarachas les de igual, se saben inmunes a todo y saben que sobrevivirán al holocausto y, al final, evolucionarán y nos sustituirá a todos. Magnífico relato, Juana. Un abrazo.
ResponderEliminarHola... excelente relato en el que uno de mis enemigos naturales demuestra tener su corazoncito.. Sin embargo, a pesar de la pena que me causa tu protagonista, aun no se ubican exactamente entre mis insectos favoritos... ja ja... saludos
ResponderEliminarMe ha ocurrido como a David. Me ha sorprendido el final y he releído para recrearme viendo encajar las piezas.
ResponderEliminarMe ha encantado tu micro, Juana.
Ay, pobrecita cucarachita. Me estaba imaginando algún bicho subterráneo, pero no una cucaracha y esa muerte tan terrible. Muy buen final y muy buen relato.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Juana, bien llevado este micro que nos despista por completo de ese final, la única pista fue esa lluvia ácida, pero difícil adivinarlo.
ResponderEliminarNo las soporto pero creo que sentí cierta pena por su sufrimiento, y eso sí, me sentí muy villana ja, ja. Abrazos.
Hola, Juana. ¡Hay que ver la repulsión que provoca una cucaracha! No sé por qué una cucaracha sí y no una mariquita o una cocinita. Supongo que es por su velocidad, esa por la que podría ir a las olimpiadas, je, je, je.
ResponderEliminarUn trabajo fenomenal. Felicidades.
Jajaja, muy bueno, Juana!! Al final yo creo, que como apuntas, ellas dominarán la tierra. Estupendo micro. Un abrazo.
ResponderEliminarLas cucarachas estuvieron en el tiempo de dinosaurios y sobrevivieron.
ResponderEliminarAsí que puede tener algo de razón el personaje.
Un abrazo.
Hola, Juana!! Qué bien has contado esta historia con una cucaracha como narradora. Muy original y difícil elección, pero el resultado te ha quedado muy bien. En un principio pensé que se trataba de una rata, pero luego al final lo aclaras y de una manera muy acertada. Un abrazo!!
ResponderEliminarJa,ja. Muy bueno el micro. Me pareció muy original leer a una cucaracha en primera persona.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Juana. No tenías que haber puesto el último párrafo y así nos habríamos quedado todos en ascuas. Las cucas, al igual que las ratas, se adaptan a lo que sea y lo que les pueda faltar de inteligencia lo suplen sobradamente con instinto de supervivencia.
ResponderEliminarSaludos
Hola Juana, me ha encantado, jaja, conforme leía no imaginaba que sería una cucaracha.
ResponderEliminarUn abrazo.