Sí, fui yo
el hombre capaz de traicionar al Señor del Olimpo. El más astuto de los
mortales me llamaron, mientras duraron ellos. También fui capaz de eludir su
castigo y encadenar a Tánatos.
Nadie moría. Ni en plantas, ni en animales, ni
en hombres podía encontrarse un ciclo terminado, o la semilla de la renovación.
Intervino el
dios, y por supuesto ganó. Mis astucias, mis engaños siempre tuvieron éxito en
el inmediato tiempo de los hombres. Claro está que yo sería su primera víctima,
pero esta vez engañé a los Infiernos culpando a mi mujer. La hice pasar por impía.
¡Es tan fácil! Me presenté sin la vestimenta ritual, quejándome
por su descuido. Pedí volver a reparar.
Hades, con
la seguridad que dan la soberbia y el
poder, me dejó ir. No volví hasta que me venció la vejez. Entonces mi sombra
conoció el castigo: empujar una gigantesca piedra hasta la cumbre de una
montaña. Casi al llegar, la piedra cae siempre y mi sombra debe volver a
empezar.
Han pasado
milenios. Mis dioses hoy son solo metáforas para la humanidad. Acaso vivan aún
en los bordes del universo. Otros han ocupado su lugar.
Mi castigo
se ha convertido en esperanza. Tanto subir y caer, la piedra fue deshaciéndose,
rompiéndose en guijarros. Podría llevarla en un bolsillo si lo tuviera.
Pronto, piedra y sombra llegaremos a la cumbre. No
volveremos a caer. Seremos fundadores de la próxima cosmogonía.
Sísifo
vuelve a triunfar.
¡Qué buen micro, Juana! Me ha encantado. El ritmo, el tono, la sensación de melancolía que desprende, las pinceladas de crítica también (la soberbia del poder, la facilidad de culpar a la mujer...) Estupendo tu aporte.
ResponderEliminarHola Juana, me parece un gran aporte sobre el mito de Sísifo. Muy bien escrito y debo decir que me gustó mucho el final. Enhorabuena.
ResponderEliminar¡Hola, Juana! no conocía la historia, si la interpretación filosófica de subir la piedra según Camus, la metáfora del esfuerzo inútil, del absurdo. Y de ahí, creo hay un síndrome de Sísifo. Sea lo que sea. Es muy interesante y de los mitos más llamativos donde participan humanos y dioses. Lo de echarle la culpa a la mujer, ya le vale, como no. Un abrazote
ResponderEliminarAlguien que logró atrapar a Tánatos merece elogios.
ResponderEliminarCuando Sísifo logre escapar, sospecho que irá en la búsqueda de la diosas, como Afrodita y Atenea, que deben andar por algún lugar.
Bien contado. Un abrazo.
Lo de culpar a la mujer es habitual en la antigüedad! Pero esquivar la muerte no es cualquier cosa! El tiempo para bien o para mal coloca a todo el mundo en su lugar, sea Dios o mortal! Un abrazo!
ResponderEliminarHola Juana, casi coincidimos... Estuve a punto de escribís sobre Hades, y al final lo hice sobre el hombre verde. Buen micro. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarHola; Juana, me ha gustado mucho la actualización que has hecho del mito de Sísifo, y además le has dado un final muy bueno a la historia, acorde a los conocimientos de nuestra época actual.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente aportación, me ha encantado la forma que le has dado, el final sobre todo. Feliz día. Un abrazo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSísifo como metáfora de la constancia o "Quién la sigue la consigue"
ResponderEliminarUn relato en el que nos cuentas que los de abajo prevalecen en ocasiones.
Abrazo.
¡Hola, Juana! El mito de Sísifo es uno de los que más me gustan, la imagen de ese condenado a subir una piedra pesada para dejarla caer y volver a empezar, ese esfuerzo sin sentido, eterno, es algo que muchos hemos sentido en alguna ocasión. En la versión que conocía, Sísifo fue condenado por regalar a los hombres el fuego, aunque la versión que narras es desde luego mucho más atractiva. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarHola David, en mis estudios de mitología y literatura griega, de Esquilo en adelante, el que robó el fuego a los dioses para regalárselo a los hombres fue Prometeo, el titán encadenado a quien un águila le comía el hígado cada día, y finalmente liberado por Heracles. Hay versiones que hacen a Prometeo padre de Sísifo, y a Sísifo el verdadero padre de Odiseo. En fin, que en esa mitología hay tantos cruces e interpretaciones posibles que cuanto puede hacerse es elegir, y no está mal. A la larga resulta más enriquecedor. Un abrazo
EliminarLlegando a esa conclusión de que la eternidad no es eterna, ofreces un rayo de esperanza a los condenados y una preocupación a los que se crean definitivamente absueltos.
ResponderEliminarMuy buena aportación al reto.
Un abrazo.
Me encanta el mito de Sísifo y esa novedad de que la piedra de tanto caer se convierte en pequeños guijarros es una aportación que nunca había oído. Imagino que es tuya y es genial.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Juana: Me ha gustado mucho tu relato puede ser un mito por si solo y esa piedra que a fuerza de caer se desgasta. Un saludo.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarHola, Juana:
ResponderEliminarQuizá sea la de Sísifo una de las leyendas pasadas que tenemos más presentes: es fácil trasladar la figura de la cuesta y la piedra a nuestros días. Sin duda, la manera en que la recreas es muy cercana y actual. Como actual es ese canto a sí mismo con el que Sísifo augura la llegada de unos “nuevos dioses” entre los que él se alzara.
Todo un triunfo creativo tu relato, Juana.
Magnífico micro, Juana. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Juana. Desconocía la versión de Sísifo que nos regalas... pero cuantos de nosotros nos empeñamos en subir piedras metafóricas una y otra vez. ¡Ayyy esa culpa a la mujer desde aquella alegoría de Eva y la manzana!
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, Juana
Muy buen micro, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Hola Juana, al final el tiempo y la muerte acaban con todo , incluidos los dioses excepto con Sísifo, a ver que pasa con el nuevo renacer. Me ha gustado mucho tu historia. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Juana. No podía faltar la mitología griega en este reto, en este caso el Sísifo castigado por los dioses, por intentar burlarlos,a un trabajo eterno y sin sentido. Tu aportación original estriba en que la piedra al gastarse termina por desaparecer, lo que no deja de ser otra burla a los dioses y marca el comienzo de una nueva era. Me ha gustado mucho la idea. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Juana. Pues, me temo, que Sísifo tendrá que seguir subiendo la piedra porque esto no tiene remedio. Me ha parecido entrever por ahí la escena del paraíso con la serpiente. No sé. En cualquier caso, un relato muy logrado, se desgaste o no la piedra. que eso ya se verá. Un avrazo.
ResponderEliminar¡Hola, Juana, muy interesante y muy bien contada la historia del castigo de Sísifo con ese sorprendente final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola,Juana. Soy Beba. Mi comentario se publica como Anónimo, y no sé cómo arreglarlo. Acerca de tu micro, me encantó la resolución: la experiencia facilita el triunfo. Siempre entendí esa historia como un"merecido castigo, sin esperanza". Muy bueno tu manejo narrativo. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola! Muy bien narrado el mito y genal final. Dejando abierta la puerta de la esperanza con la conversión en gijarros de la roca a cargar.
ResponderEliminarSaludos
¡Hola Juana! Buena reinterpretación del mito de Sísifo. Un final en el que se palpa el fin de una era con la desaparición de los dioses griegos que han sido sustituidos por otras deidades. Si realmente han desaparecido, tal vez Sísifo logre escapar de un segundo castigo por eludir su condena al convertir a la roca en guijarros. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Juana!! Me ha gustado mucho tu micro, y especialmente el final. Enhorabuena y un abrazo!!
ResponderEliminarHola, Juana, este mito de Sísifo es, desde mi punto de vista, alucinante. Algo tan simple pero que puede dar para tanto.
ResponderEliminarMuy bien llevado desde el punto de vista del mismo dagnificado. Nos has hecho partícipes de su desdicha y consiguiente esperanza.
Un abrazo!
Hola, Juana: Un saludo cariñoso para vos. Vuelvo a comentar tu cuento. Por alguna razón , no encuentro mi nota anterior. Tengo algunos problemas con la comunicación en esta instancia de "El Tintero de Oro". Te decía que me pareció muy expresivo. Y me dio otra perspectiva para interpretar el mito. Siempre me frené en la idea de un castigo a la soberbia humana. Veo ahora, una... ¿resiliencia...? La experiencia del fracaso ha ido limando las pretensiones y fortalecido las ansias más firmes, y Sísifo va a lograr alcanzar su objetivo.
ResponderEliminarHola, Juana. Me gusta la versión que haces del clásico mito con ese final esperanzador. Buen aporte a la convocatoria.
ResponderEliminarUn saludo.
Genial manera de mostrarnos a Sísifo y contar, ya de paso, el terrible tormento al que fue castigado y por qué. Un texto lleno de poesía y fatalidad. Un aplauso.
ResponderEliminarUna lectura (o mejor, continuación) del mito completamente original. Esperanzadora, al fin y al cabo la paciencia, la tenacidad siempre triunfa. Muy interesante. Me ha gustado mucho. Y me alegra que hayamos coincidido!
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Juana. Magnifico micro el que nos regalas, todo su contenido es mitología pura, me ha gustado mucho la narrativa y sus mensajes entre líneas. Un abrazo.
ResponderEliminar.
Un estupendo micro mitológico que, además de entretener, nos aporta información sobre el mundo de los dioses antiguos que han perdido su poder entre los humanos y casi han pasado al olvido.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, la verdad personalmente siempre he visto la metáfora de Sísifo mas con el castigo merecido del mentiroso y el embaucador condenado a esforzarse por toda la eternidad sin lograr el éxito de su empeño... Sin embargo, en este caso, también puede visualizarse como la importancia de mantenerse firme en los objetivos sin importar las circunstancias.. Dos formas de ver la situación del pobre hombre. Excelente relato, saludos.
ResponderEliminarHola, Juana, todo se acaba pagando de alguna manera, pero nada mejor que el tiempo, bien sea en la sombra, la paciencia y esperanza, para volver a tener otra oportunidad. Muy bueno tu micro, fiel al mito, y con excelentes metáforas.
ResponderEliminarUn abrazo!
Un micro con una reflexión metafórica y filosófica que nos ponen a pensar. A través del tiempo cuántos hemos sido castigado llevando esa piedra a cuesta. Abrazos virtuales desde Puerto La Cruz Anzoátegui Venezuela.
ResponderEliminarEl mito de Sísifo siempre fue uno de mis favoritos. Y tu interpretación final me pareció muy acertada: ningún mal es eterno. Un saludo.
ResponderEliminarHola. En mi total ignorancia de los avatares mitológicos he de decir que esta historia me recuerda al místico de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? A lo mejor Dick lo sacó de ahí. No sé, se me ocurre.
ResponderEliminarDebo decir que algunos estáis haciendo que empiece a interesarme por la mitología. Gracias.
Un abrazo.
Hola Juana.
ResponderEliminarMe ha gustado la actualización que has hecho del mito de Sísifo. Además con ese final tan bueno, la eternidad resulta que no es eterna.
Un abrazo.
Juana me descolocas a no saber de este personaje Sisifo, Me ha gustado lo que tu has escrito en tu relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Juana. Muy bien llevada la voz narrativa en el cuento. Todo el relato está cargado de mitología. El final en bucle es muy acertado. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Juana. Eso de que de tanto arrastrar la piedra se acabe desgastando y esté próximo por ello a concluir su condena me parece lo mejor de la historia. Ya era hora que los caprichosos dioses dieran con una buena china en sus zapatos (sandalias).
ResponderEliminarSaludos.
Un placer el haberte hallado saludos desde un verano cortado
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