Ella preguntó:
—¿Qué es la felicidad para vos?
—Reconocerme en el espejo de tus ojos; hablarnos las veinticuatro horas;
escuchar música todo el tiempo; ver los cielos y los hechos del mundo desde mi sillón; que baste decir «quiero» para
tener mi comida caliente; un auto en la puerta; no tener que hablar ni mirar a
desconocidos.
—¡Ah! —dijo ella.
Al día
siguiente, él recibió un regalo. La tarjeta decía: «Gasté todo lo que tenía en tu felicidad. Adiós.»
En la caja encontró un teléfono móvil de última generación con una selfie de sus ojos.
En la caja encontró un teléfono móvil de última generación con una selfie de sus ojos.