Ella preguntó:
—¿Qué es la felicidad para vos?
—Reconocerme en el espejo de tus ojos; hablarnos las veinticuatro horas;
escuchar música todo el tiempo; ver los cielos y los hechos del mundo desde mi sillón; que baste decir «quiero» para
tener mi comida caliente; un auto en la puerta; no tener que hablar ni mirar a
desconocidos.
—¡Ah! —dijo ella.
Al día
siguiente, él recibió un regalo. La tarjeta decía: «Gasté todo lo que tenía en tu felicidad. Adiós.»
En la caja encontró un teléfono móvil de última generación con una selfie de sus ojos.
En la caja encontró un teléfono móvil de última generación con una selfie de sus ojos.
Saludos, Juana
ResponderEliminarMuy interesante forma de poner al fuego la dependencia a los celulares. Me ha gustado mucho.
Te puedes poner en contacto conmigo, Juana.
Queremos retomar el taller de escritura creativa y necesito los correos electrónicos de aquellos que deseen seguir con los retos mensuales.
K.Marce )literautas(