XX Edición: CRÓNICAS MARCIANAS de Ray Bradbury
Para participar en la siguiente edición, vuestro relato debe seguir los siguientes requisitos:
- Escribir una historia de ciencia ficción, ya sea viajes espaciales, colonización planetaria, robots, encuentros con extraterrestres...
- Un relato en el que se mencione con sentido la novela Crónicas Marcianas o al autor, Ray Bradbury.
- Un relato en el que la acción transcurra en un planeta inventado.
VOLVER A CASA
Piensa que no todos los senderos que te
llevan te traen de vuelta.
Úrsula K. Le Guin
llevan te traen de vuelta.
Úrsula K. Le Guin
Volvió a
soñar con su lejana Terra. Globo danzante en el espacio oscuro, con zonas
azules rasgadas de nubes blancas que recordaban los bordes de espuma de las olas.
El planeta azul. Sus huesos eran mineral de esa tierra. ¿Podría entregárselos
un día? Le habría gustado saber qué estaba ocurriendo allí ahora.
Siddy se
preparó una infusión con alguna de las tantas hierbas que guardaba de todos los
planetas visitados. El ordenador titilaba con una señal de mensaje de la Liga.
No, no sabía bien por qué, pero no lo abriría todavía. Primero su té y sus
recuerdos.
Muy joven,
apenas recibida de etnóloga, fue contratada por la novísima Liga de las
Galaxias, para recoger en cada planeta datos de sus habitantes, sus culturas y sus necesidades.
Desde su
origen más remoto, estas Organizaciones o Ligas en sus comienzos habían tenido excelentes intenciones que degeneraban muy
rápidamente en ejercicios de dominación y poder sobre sociedades más pobres o
tecnológicamente más atrasadas. Se servían de tiranos o reyezuelos locales, en
algunos casos hasta de Sumos Sacerdotes para infiltrar ejércitos, armas,
tecnología que sirvieran de control sobre ellas.
Ella había demorado un tiempo en comprobar el uso que la Liga hacía de su trabajo. Fue uno de sus guardias en el Planeta XJ-27, quien una noche de revueltas callejeras la sacó del peligro inmediato y la llevó a un galpón en las afueras. Allí, en un ordenador de última generación le mostró grabaciones de lo que sucedía con sus informes a la Liga: eran deformados cambiando datos y contando propaganda oficial; reclamando u ofreciendo ayuda para una represión inmediata. Y en todas las galaxias vio multiplicadas las fogatas ardientes de libros y piras humanas como las que contaba la historia de Terra, el hambre, la enfermedad y la muerte.
Ella había demorado un tiempo en comprobar el uso que la Liga hacía de su trabajo. Fue uno de sus guardias en el Planeta XJ-27, quien una noche de revueltas callejeras la sacó del peligro inmediato y la llevó a un galpón en las afueras. Allí, en un ordenador de última generación le mostró grabaciones de lo que sucedía con sus informes a la Liga: eran deformados cambiando datos y contando propaganda oficial; reclamando u ofreciendo ayuda para una represión inmediata. Y en todas las galaxias vio multiplicadas las fogatas ardientes de libros y piras humanas como las que contaba la historia de Terra, el hambre, la enfermedad y la muerte.
El guardia, ahora su amigo Teys, la puso en
contacto con los grupos rebeldes de la ciudad. Siddy cambió su táctica,
escribía sus informes de acuerdo a lo que sus nuevas relaciones necesitaban que se dijera
ante la Liga para continuar con un trabajo largo y silencioso. Cuando la
enviaron a otro planeta tuvo que despedirse de Teys y sus amigos, sin embargo
para ese entonces los rebeldes se
relacionaban como hormigas subterráneas con otros lugares esclavizados, y ella
llevaba datos de un lugar a otro. Pero alguien, quizás ella misma dando un paso
en falso en sus informes, los alertó.
Abrió el
mensaje. Leyó. Con bastante frialdad y distancia, «como corresponde a los
informes intergalácticos» pensó con ironía, se la jubilaba de su extensa labor.
La Liga consideraba que aunque parecía una mujer de cuarenta y pocos años,
teniendo en cuenta que había nacido en Terra, en ese momento Siddy tendría ya varios
cientos; y de haberse quedado allí, llevaría mucho tiempo como ceniza terrestre.
Le proponían por tanto, que la Liga se hiciera cargo de todas sus necesidades
permitiéndole vivir sin trabajar en el último planeta de la última Galaxia
conocida, adonde sería transportada en una nave enviada solo para ella. Por supuesto, si prefería volver a Terra, podría pedir la
repatriación con las consecuencias mencionadas, sabiendo que no podrían
recogerla antes de diez años.
Encerrada en
su habitación los insultó una semana entera, lloró horas, tal vez días, dejó de comer y de
beber, y por fin durmió.
Resolvió
aceptar. La repatriación siempre podría pedirla desde el último lugar. Antes debía
enviar un mensaje a Teys para que en adelante nadie tomara una
comunicación suya como verdadera.
¿Cómo era el
borde de la última galaxia? Su curiosidad pudo más, y cuando la nave la recogió, partió con entusiasmo.
***
«Fue un
premio», pensó la noche de su llegada. El lugar era helado, pero el cielo
estrellado de Van Gogh la esperaba en toda su gloria. La voz de sus incorpóreos
habitantes que la saludaban y acariciaban como brisas, era la música de las esferas; a veces podían oírse los versos
sagrados de los santos rishis y poemas de todas las galaxias repetidos por los poetas del universo. Una tarde, sonó
el órgano de Bach. Pero no había nada material. Empezó a percibir que su cuerpo físico iba diluyéndose con rapidez sin que
ella perdiera ninguna de sus capacidades, aunque ya no necesitara comer ni
beber, ni dormir de la manera acostumbrada. Veía los sueños y vivía en ellos
hermanándose con esos seres invisibles.
Algo que nombró como hilos de oro, plata y bronce que flotaban, se unía en algunos puntos, creando. Otras veces, del hilo de plata se desprendían hilachas que formaban un río o una cabellera; en el de oro aparecían formas de nuevas herramientas, y el de cobre se curvaba en un caldero que recogía los colores. Entonces comprendió:
la esclavitud, los incendios, el hambre, las torturas y la muerte no podrían
nunca, nunca con los hilos del pensamiento, el sentimiento y la fuerza creadora
del arte en ninguno de los mundos posibles. Estaba en casa, por fin.
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La Liga de las Galaxias, también llamada Ekumen, es una creación literaria de Úrsula K. Le Guin.
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La Liga de las Galaxias, también llamada Ekumen, es una creación literaria de Úrsula K. Le Guin.
Muy bueno. Historia redonda. Narrador de omnisciencia controlada, como buen mayordomo que acompaña al lector en un recorrido atractivo e interesante. Presente el aroma de la Gran Maestra ‘Úrsula K. Le Guin Gracias
ResponderEliminarGracias a vos, Barry!!!
ResponderEliminarUn relato muy interesante y bien narrado, quizás un poco lenta la acción, aunque gracias al dominio de la lingüística y habilidad con la prosa has logrado que el lector siga al narrador omnisciente a través de este original escenario galáctico y especialmente a sus dos protagonistas en una investigación secreta para desvelar los oscuros entresijos de la Liga de las Galaxias, podrida de mentiras y codicia, como también sucede en nuestro planeta desde el inicio de los tiempos generando tanto afán de poder y maldad en sus gobernantes.
ResponderEliminarLa presencia de la gran novelista americana de ciencia ficción, Úrsula K. Le Guin (a la altura de Asimov, Bradbury o Clarke, entre otros) se pasea muy feliz por tu relato, agradeciendo el homenaje que tan admirablemente le has rendido.
Mi enhorabuena, me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Hola, Juana. De nuevo, nos regalas una fascinante historia con una compleja trama, desarrollada con tu habitual destreza narrativa. Acompañamos a Siddy en su aventura interplanetaria con esa singular Liga de las Galaxias, un concepto tan enorme que desborda nuestra capacidad de imaginación. Añoramos con ella su lejana y querida Tierra y disfrutamos, finalmente, en ese remotisimo planeta helado, un Paraíso inmaterial, donde sólo existe el arte que crea la imaginación. Me pareció un final soberbio. Mucha Suerte en El Tintero. Un abrazo, Juana.
ResponderEliminarHola, Juana. A mí también me ha encantado ese final. Muy evocador y muy poético. Muy buena historia. Felicidades y mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminarHola, Juana.
ResponderEliminarAunque haya quedado un tanto desdibujada esa rebelión en ciernes contra la dominación y el control de las sociedades, toma más valor, en este caso, la prosa de la narración y, sobre todo, esa jubilación dorada donde se pierde la esencia física para transformarse en pensamiento y arte.
Estupendo relato.
Un saludo.
Hola Juana. Un relato cargado de optimismo el que nos traes. Puede que el mal y la destrucción formen parte de nuestra esencia, pero nos redime el pensamiento positivo, las sensaciones y el arte.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate.
P.D.: Veo que también te ha visitado "THE ONLY TRUE HACKER IN THE WORLD ". No sé cuales serán sus intenciones. Habrá que estar atentos.
Sí Bruno, no sé qué es y estoy algo preocupada, creo que a Barry le pasó algo del estilo según me pareció leer en sus envío del relato.
ResponderEliminarGracias a todos por leer y comentar. Disculpen que esta vez no responda individualmente. Suerte, abrazos y cuídense mucho.
Varios traspiés al momento de escribir "Creo" iba con mayúscula "envíos" perdió la s que necesitaba. Lo siento.
ResponderEliminarSaludos cordiales desde Venezuela. Y ánimo, que en estos momentos difíciles, es un regalo divino el que podamos revelar nuestras Emocionalidad a través de las letras. Buen relato, cargado de tu forma de ver la vida y una esencia que dibuja las nuevas realidades.
ResponderEliminar¡Qué buen relato, Juana! Me he visto al lado Siddy en escuchándola toda la vida de aventura intergaláctica que ha llevado. Y he visto que ella no se ha deshumanizado frente a esos mundo donde la injusticia impera al igual que en el planeta Tierra. El castigo aparente sabe reconvertirlo en un premio porque tiene imaginación como tú para contarnos esta bellísima historia. El final de lujo.
ResponderEliminar¡Felicidades y suerte en El tintero!
Hola Juana, ya llegué a tu relato.
ResponderEliminarDe entrada me ha gustado mucho la frase inicial sobre caminos y senderos. El viaje del héroe o de la heroína no siempre es fácil de transitar.
Así que Siddy es etnóloga, una profesión interesante, lástima que la Liga de las Galaxia, que no se diferencia demasiado de otros organizaciones terrícolas, manipule sus estudios para bien propio y no de la comunidad.
El premio fue las sensaciones oníricas, los ensueños casi espirituales, la culminación. Una suerte de nirvana.
Como siempre, Juana, nos regalas tus sensitivos relatos, y da igual el registro que propongas.
Hola, Juana: Buena historia, que replica los entresijos de la gestas redentoras, y el destino de los "idiotas útiles". Me gusta que, pese a todo, Siddy es premiada (¿Un amable todopoderoso?) y percibe la otra cara de la proscripción: el encuentro consigo misma. Cariños. Y buena suerte.
ResponderEliminarYo también fui visitada por el Hacker. Lo puse como SPAM y cambié mis contraseñas. No supe más de él.
ResponderEliminarGracias Beba por tu lectura tan atenta y por tu consejo sobre el hacker. Veré si puedo correrlo. Un abrazo
EliminarHola Juana! Ante todo, espero que te encuentres bien en esta época de zozobra y confinamiento. Tu relato es estupendo, donde usas un lenguaje a la vez descriptivo y poético. Esa parte final tan bella y onírica me hace pensar en la situación presente. Así pues, el coronavirus nos ha condenado a permanecer en casa confinados, pero pienso que hemos recibido en compensación tiempo para poder mirar hacia nuestro interior y dejarnos arrullar por el arte. Felicidades y mucha suerte. Cuídate y un abrazo!
ResponderEliminarHola, Juana, muy bien relato con una narración controlada y fluida. Creo que hablas del concepto de la libertad, pero, y a pesar de estar surcando el universo, es siempre el mismo y nada tiene que ver con el que nos venden atado a un palo y en forma de zanahoria. En eso radica parte de lo que he sentido que desprendía tu escritura, porque he percibido la libertad de la que te has valido para elaborar el relato, el cual deja un poso de reflexiones muy actuales y de las que nunca deberíamos dejar de tener en mente.
ResponderEliminarMe gustó mucho, me pareció muy muy bueno.
Un abrazo y cuídate.
Hola, Juana. Veo que la corrupción, los movimientos subterráneos y demás vicios del poder pueden manifestarse en cualquier parte del Universo, ¡lástima! Pero tu relato denuncia ese proselitismo ideológico y eso lo hace más hermoso. Me ha gustado también cómo has descrito la belleza de algunos entornos. Por todo ello, ¡enhorabuena!
ResponderEliminarTe deseo suerte en el concurso y te envío un fuerte abrazo, virtual, que no conlleva riesgo alguno en estos tiempos de zozobra.
Hola Juana
ResponderEliminarMuy visual, profundo y narrado con maestria. Me ha encantado.
De podium, Juana.
Enhorabuena y abrazos.
Me ha gustado mucho Juana. Un abrazo.
ResponderEliminarHay quien pronostica que el ser humano vivirá alguna vez fuera de su cuerpo, trascendiendo a una realidad superior. Muy lejos está ese futuro, de llegar a producirse, pero tu relato termina con esa posibilidad en un mundo de ensueño en el que el conocimiento parece ser la esencia de la vida. Un relato bien llevado, donde en poco espacio tenemos exploraciones espaciales, turbias organizaciones, rebeliones y la odisea de la exploración de los últimos confines. Buen relato, Juana, mucha suerte y un aabrazo.
ResponderEliminarJuana te ha quedado un relato completísimo, un compendio de todo lo que engloba un relato de ciencia ficción.Tu personaje de Siddy es una todo terreno que diríamos en la tierra.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso
Puri
Una historia que nos deja un regusto a esperanza en que lo mejor del ser humano, su creación artística perdurará a pesar de la autodestrucción a la que parecemos abocarnos. Igual que la naturaleza ocupa los eriales, también nuestra propia creación nos sobrevivirá.
ResponderEliminarUna narrativa muy poética para compartir el mensaje.
Un abrazo Juana
Hola, Juana. Un relato muy bien narrado, con complots, rebeliones, corrupciones...para finalizar en el borde de la última galaxia, donde junto a sus incorpóreos habitantes, descubre que el pensamiento y el arte perdurarán para siempre. Me encanta. Un abrazo y suerte en el Tintero.
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