lunes, 11 de noviembre de 2024

LA VACA

 


Ahora sí, corregido para cumplir con la consigna de 250 palabras.

                                  LA VACA                                                     ______________

 Al alba, cuando la primera claridad se colaba por el techo del establo, saltaba de su jergón y bajaba a saludar a Rosita, su vaca, su compañera.  Le hablaba, la cepillaba, la ordeñaba. Llevaba la leche a la casucha donde dormían madre y  hermanos, daba de comer a las gallinas y luego la sacaba a pastar. En el mundo no había nada más,  nada mejor que sus días con Rosita.

Pero primero  mataron el cerdo.  Luego les robaron la ponedora. Un día dijeron «viene la guerra». Madre vendió a Rosita, cocinó las gallinas y los huevos del día, hizo algunos atados  y subieron a un barco atestado de gente. Nadie lloró. Sólo oyó: «hay que vivir».

Soñaba: Días y días sobre el mar mirando cómo el horizonte iba comiéndose el sol, y temiendo caer en un abismo terrorífico.

Abrazaba  a sus hermanos buscando a Rosita.

Soñaba: Al llegar  cortaron sus trenzas llenas de piojos.

Un día,  madre dijo,

Tienes trabajo. Obedece y calla.

En su eterno sueño, un hombre y una mujer fueron a buscarla. Muy altos, muy rubios, de hablar extraño. En casa, entraron a una caja pequeña que subía sola.  Le dieron de comer,  le mostraron su cama.

Mañana comienzas dijo la mujer.

Al alba  sacudió a sus patrones murmurando

La vaca,  la vaca, ¿Dónde está la vaca?

Pero, ¿Qué dices?

Hay que ordeñar la vaca.

Una risita contenida y burlona la despertó de su  largo sueño: había caído en el infierno. 

(250 pbs.)


14 comentarios:

  1. Hola, Juana.
    Se dice que el purgatorio es el recuerdo constante y más doloroso sufrido, se ve que Rosita era para ella de lo más importante, y su condena es revivir una y otra vez esa pérdida. Espero que no sea eternamente. Pobre.
    Disculpa, no pretendo molestarte, pero se te ha colado una m, aquí: su compañera. m, y debajo del número de palabras hay una frase repetida.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Irene, tenía que suprimir 100 palabras y salir corriendo, por lo tanto fue apurada y sin mirar. Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Hola, Juana. Un relato precioso, con mucho contenido pese a la brevedad. Añoranza, exilio, pérdida... a través de los ojos de una niña que no comprende lo que pasa y debe asumir otra realidad. Me ha gustado muchísimo.

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Marta. Siempre me das ánimos. Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Hola, Juana. Es muy impactante cómo has utilizado el factor entorno en tu micro, de un escenario idílico a uno que es todo lo contrario, pasando por una transición que ella percibe como un sueño. Sus emociones van cambiando con el entorno y el final deja sin palabras. Muy bien usados los elementos del microrreto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Gracias, M.A. A tiempo me di cuenta que había confundido la cantidad de palabras. Hubo que recortar mucho del entorno inicial, del pasaje y del nuevo entorno, pero algo quedó. Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. ¡Hola Juana! Que duro para esa niña tener que partir de su hogar y perder la vaca con la que pasaba tanto tiempo. En relato en el que el cambio de lugar produce también un cambio drástico en esa niña. Muy bien contado.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias, Rocío por comentar. Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Un relato lleno de sentimiento, de esta niña que deja su casa, su familia y sus costumbres para cambiar de vida, a una totalmente distinta y sin todo lo que la hacía sentir bien, su familia y Rosita! Un abrazote!

    ResponderEliminar
  10. Hola, Juana, un micro que cala hondo por todo el contenido emocional; familia monoparental, la pobreza, el trabajo forzado, la guerra y la huida para "salvarse de morir" y la muerte que implacable acecha y devora...
    Las almas desnudas de amor, saben refugiarse en alguien o en algo que les permita amar como desearían ser amadas, como es el caso de la niña con Rosita. Lástima que cayera en el infierno. Se puede asociar con tantas cosas, como el holocausto, las migraciones por las guerras, adopciones para explotación, en fin, no siempre son felices los finales.
    Un micro muy bien elaborado, felicidades Juana.

    ResponderEliminar
  11. Hola Juana, un micro cuyo contenido está lleno de emociones y no deja indiferente. Una pena que al final la niña cayese en el infierno. Me encantó. Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Fantástico, Juana, un relato que es un muestrario de emociones, con la pobre Rosita como eje del que van pivotando en una maraña casi irreal, casi un duermevela donde realidad y sueños se funden en torno a ese sentimiento de pérdida que nunca se verá repuesto.
    Me ha encantado, el punto de vista que le has dado, muy bueno.
    un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Estupendo relato, Juana. Has sabido meterte muy bien en la piel de una niña que no comprende por qué han de dejar su caja, perder sus animales, huir a otro lugar para salvar la vida. Tu historia evoca muchas otras historias de tantos niños y niñas que han tenido que experimentar momentos y sensaciones similares.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  14. ¡Qué gran relato! La miseria, la pobreza, la guerra… El acierto, al menos lo que a mí más me gusta, es que veamos el mundo desde la inocencia de esa niña protagonista y narradora. Cuánta ternura y cuánto dolor al perderlo todo y emigrar sin nada a un mundo desconocido.
    Un abrazo, Juana.

    ResponderEliminar