VIVIR EN
ESPAÑOL
−¡ Feliz Navidad, madre!
−¿Qué es esto?
−Un aparatito mágico para que lleves el mundo en tus manos. Nunca más
estarás sola.
−No me engañes. Ya no soy una niña.
− No te engaño, todos
tenemos uno. Es un móvil para que puedas hablar con nosotros y muchas cosas
más.
−¿Qué es un móvil?
−¿Ya lo has olvidado? Un teléfono que puedes llevar contigo, con el que
puedes hacer mucho más que hablar. Es casi un gepeese para conectarte con el mundo.
−Qué es un gepeese?
−Una suerte de mapa de ruta. Según la apepe que elijas puedes conectarte
conmigo, con las noticias del mundo, escuchar música, ver recetas de cocina,
ver tu cuenta del banco y mucho más.
−Perdona hija, pero tampoco sé lo que es una apepe.
−Te explico rapidito porque estoy apurada. Tengo millones de cosas que
organizar para las vacaciones con Vicente y los chicos. Mira; ¿ves este círculo
verde con una flechita? Es para llamarme. Se llama juatsap. Tocas allí, tocas
donde ves el tubo y me llamas. Si yo te llamo, tocas el verde que dice
responder. ¿De acuerdo? Aquí la apepe del banco, esta otra las noticias, la
música y más. Irás probando. Tienes el mundo para entretenerte. Te llamo
mañana. Cuando suene, tocas el verde, ¿si?
−¿Habla español?
−Claro que sí. Tocas donde dice ayuda, escribes una pregunta y el
aparatito mágico te contesta. Hasta mañana.
***
−Aparatito, aparatito mágico que traes el mundo a mi hogar,
¿qué me cuentas, qué me enseñas, qué es lo que debo ver
hoy ?
EL MAPA DE LOS GENES HUMANOS TIENE UN AGUJERO NEGRO;
DEJARÍAMOS AFUERA UNA PARTE DE LA HUMANIDAD.
−Caramba, móvil, sin agujero negro ni nada del estilo
ya hemos dejado fuera gran parte de la humanidad. Mira bien antes de escribir
OPERA EN LÍNEA TODA LA EVOLUCIÓN DE LA TIERRA EN 10´
−Bicho loco, me estoy enojando…¿Cómo la evolución de la
tierra va a operar como si fuera un médico y encima en diez minutos. Quédate
aquí. Aunque quepas en mi mano no te llevaré a la cocina y menos a mi
dormitorio. No me fío. Mañana volveremos a hablarnos, Apepe. ¡Vaya nombre! ¿Será
un tal Pepe el que conteste? ¡Ojalá sea
simpático!
A la mañana siguiente, muy temprano, un timbre
desconocido suena sin parar. Clementina se despierta sobresaltada. Semidormida se acerca a la puerta del departamento a ver
quién es. No hay nadie. El timbre vuelve a sonar y sonar como una musiquita
desafinada. Recuerda su aparato mágico y va al comedor. Allí está temblando de
luces y sonidos. ¿Cuál era el verde que debía tocar?. El aparato mágico queda mudo.
Fastidiada porque Apepe la ha despertado, da dos pasos hacia la cocina,
y el timbre vuelve a sonar. Ve algo verde y algo rojo y sin leer aprieta el
verde.
−Hola, buen día ¿cómo estás?
−Ah, sos vos. Qué voz rara. ¿Por qué tan temprano?
−Nos vamos de excursión y no sé si tendremos señal.
−¿Quién te hace señas?
−Nadie, mamá. Es la señal de juatsap.
−Ah, ¿no es el Pepe de Apepe?
−Parece que estás de buen humor. Mejor así. Te llamo a la noche. Y no
dejes móvil lejos, así lo oís.
−Siempre apurada mi hija. Veamos aparatito mágico, aquí está el Pepe de
mi cuenta, vamos a preguntarte algo. Ayuda: escriba una pregunta.
¿Hola Apepe, dime
cuánto dinero tengo en mi caja de ahorro.
−No hemos comprendido
su pregunta. Intente de nuevo.
−Que cuál es el
resumen de mi cuenta.
Su pregunta no se
entiende. Le paso con un operador.
−Buenos días,
¿en qué puedo ayudarle?
−Quiero saber
el resumen de mi cuenta.
−Señora, yo
no puedo verlo. Vaya a Cuentas de la apepe y ahí lo verá.
−Pero, no es
que responden todo por teléfono…
−Señora,
usted tiene todos los datos en la apepe
del banco. Buenos días.
−Esto es un engaño, no sirve para nada, Es perder el
tiempo y encima te tratan como si una fuera tonta porque ellos no saben hablar
en español. ¡Mal educados! Y ni tan siquiera era un Apepe sino
una Apepa pretenciosa.
A ver si ahora me pasas una buena receta de cocina
para cuando reciba a mis nietos. ¿No te gustaría que les contara que es una
receta de Apepe?
APRENDE A COCINAR SOLOMILLO DE CERDO CON BATATAS A
TRAVÉS DE LOS OJOS DE UNA SERPIENTE
−Ahhhh!
−¡Que aparato mágico ni que monsergas! Es un aparato
del demonio, cargado por Belcebú. La lámpara de Aladino era mil veces mejor. Al
menos el genio se mostraba, hablaba el
idioma de Aladino y trabajaba para él. ¡A la basura, a la basura!
(No, mejor no
tirar las cosas del diablo a la basura. Puede dañar a a otro., Lo que es del
Belcebú, que vuelva a Belcebú. Habrá que quemarlo.)
***
−Hola, Adela, le habla Silvia la hija de Clementina.
Estoy preocupadísima: mi madre no contesta el teléfono desde hace tres días.
¿Usted sabe algo?
−Será mejor que vuelvas, hija. Tu madre está bastante
bien, pero internada con algunas quemaduras. No te asustes. Los médicos dicen
que se recuperará. Hubo un incendio en el patio de su casa. Nadie sabe cómo.
Parece que quiso quemar algo, pero ella lo único que dice es que fue obra de
Belcebú que se niega a hablar español. Pobre, tan bien que tenía su cabeza
hasta hace unos días…
(897 plbs.)
¡Como se decía en la peli "Los Gremlins", cuando los ingenios tecnológicos como los que describes, se portan traviesos, son"los demonios extranjeros" que llevan dentro! ¡¡¡ Feliz Navidad para tus personajes, para tu familia y para ti!!!❤️
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Juan! Tanto tiempo sin saber de ti. Ahora me pondré a leer a todos. Un gran abrazo del Renacimiento de Navidad.
EliminarUn relato tierno, mordaz y con una crítica social afilada que te saca risas amargas mientras te parte el corazón un poquito. Es una comedia costumbrista con toques de realismo mágico, pero nada corriente: la abuela Clementina recibe un smartphone como regalo navideño (“un aparatito mágico para que lleves el mundo en tus manos”), pero en lugar de conectarla, la tecnología la aísla y la aterroriza. Los malentendidos son oro puro: confunde WhatsApp con “juatsap”, GPS con “gepeese”, app con “apepe” (¡y espera que conteste un tal Pepe simpático!), y las respuestas de la IA o los vídeos sugeridos (solomillo visto desde los ojos de una serpiente) la llevan a pensar que es cosa del demonio. El humor surge de esa brecha generacional brutal: la hija apurada explicando a toda velocidad, la madre sola intentando dialogar con el móvil como si fuera un genio de lámpara, y el clímax tragicómico con el intento de exorcismo por fuego que acaba en quemaduras e internamiento. El remate con la hija preocupada y la vecina contando que Clementina culpa a “Belcebú que se niega a hablar español” es devastador: resume perfectamente cómo la tecnología, vendida como conexión universal, puede convertirse en un muro incomprensible y alienante para los mayores. Es una crítica sutil pero potente a la digitalización forzada, al abandono familiar disfrazado de regalo útil, y a cómo el “mundo en tus manos” a veces solo trae confusión y soledad.
ResponderEliminarTe felicito.
Hola Marcos, lo primero que quiero decirte es que sos un lector como pocos. Tus comentarios demuestran siempre una atención y una profundidad de lectura no muy frecuente. Por supuesto que eso es resultado de tu trabajo como escritor y viceversa, pero aunque todavía no he leído tu relato del mes, preveo que voy a encontrar algo de nivel. Muchas gracias, y un gran abrazo
EliminarNo tuvo muy buena idea la hija al regalarle el móvil.
ResponderEliminarEl drama bancario de los vajeroa automáticos no es nada comparada con el de usar la banca móvil, con el peligro que eso entraña, porque si te Dan una receta wue no entiendes no osas nada, pero con el dinero real es otra cosa.
La Brecha generacional, se convierte en idiomatica, como cuando vas a hacer algo importante en el banco o con la administración. Hablan en otro idioma.
Abrazooo y suerte
Así es Gabi,y no suele haber lecciones específicas como para el inglés o el ruso. La gente se acostumba a algunos términos y hasta ahí: sin saber muy bien a qué se refieren. Un abrazo y gracias por comentar.
EliminarQué buen relato, Juana. Una escena divertidísima pero con una doble lectura en cuanto a las ventajas y desventajas del mundo digital. Me ha parecido muy ingenioso elegir el smartphone como objeto mágico porque es cierto que nos lo hubiera parecido hace muy poco tiempo, casi como la varita de un hada. Genial también el tono y el ritmo del cuento. Me ha encantado tu historia.
ResponderEliminarEs que siguen haciéndonos creer que el mundo digital todo lo puede, para que uno vaya comprendiendo que en realidad nos va alejando má de todos y de todo y puede llegar a confundirnos más. Un abrazo. Vengo con atraso de lectura pero pasaré, pasaré.
EliminarHola Juana, un relato muy interesante, en medio de todo el humor, hay velado una crítica social, bueno, eso veo yo, sobre el dejar a los viejitos medio abandonados y creer que con que tengan el móvil basta. Por otro lado, todo está muy bien contado, con sus toques de humor. A muchas personas ya muy mayores que nunca se quisieron modernizar les cuesta una barbaridad entender estos aparatos que cada vez vienen más complicados. Un muy buen relato, el final me gustó aunque la pobre señora acabó quemando el aparatejo del caos. Saludos y mucha suerte.
ResponderEliminarSí, Ana. El mundo va cada vez más rápido y la edad nos hace cada vez más lentos. El dicho "ya no es mi época" se concreta cada vez más pronto y peor. Un abrazo
EliminarHola, Juana, pues sí, no hace falta buscar en la fantasía un objeto mágico o no que siempre el caos (como pedía Pepe), en la realidad tenemos el móvil que es hijo del mismísimo diablo (como tú dices). Pobre mujer.
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗
Es que en realidad muchas veces los objetos de la fantasía son cosas o situaciones de la realidad que tratamos de envovlver al menos con gracia como para que no duela tanto. Y veo que este mundo de la IA y del mundo digital es muy capaz de lllevarnos a la confusión y al caos de pensamiento y comprensión del mundo. Un abrazo grande.
ResponderEliminarHola, Juana.
ResponderEliminar¡Qué bueno tu relato para el reto del mes!, has reflejado el caos más absoluto en la mente de una persona mayor nada familiarizada con la "demoníaca" tecnología actual, que ya nos domina y posee, pues es dueña de nuestro tiempo. Esperemos poder darle la vuelta al brutal avance y que podamos seguir siendo nosotros los que deciden cuándo, cómo y dónde usar dicha tecnología.
Volviendo a la historia, al menos la madre se recuperará de las lesiones que se produjo "en defensa propia".
Te felicito por tu trabajo y te deseo suerte en El Tintero.
Un abrazo.
Hooola Juana. Ya sabes que tengo una madre muy mayor de 93 años y con demencia senial, no me la imagino con un chacharro de estos nuestros porque ni el tfno normal lo sabe manejar, vamos, ni el mando de la tele. Me ha dado mucha ternura y lo has explicado con sensibilidad.
ResponderEliminarPobrecita mujer que tiene que manejar ese aparato del demonio, casi que la veía intentándolo. Yo de ella también lo habría mandado al carajo. Un carajo que no queme :)
Un abrazo grande grande, Juana.
Hola Juana
ResponderEliminarNos traes la locura diaria de muchos seres humanos, incapaces de entenderse con esos aparatos tecnológicos que parecen cargados por las maldades de todos los demonios. La civilización va avanzando y deja atrás, como objetos caducos a quienes no logran entender el manejo de esos bichos que, como en tu cuento, les traen los hijos o parientes con la buena intención de ayudarles a estar comunicados, pero la mala costumbre de no explicarles el funcionamiento básico.
¡Genial tu aporte! con buenas descripciones del caos producido en la vida de una mujer que se valía por sí misma hasta que entró en su vida el aparato del demonio. Un abrazo de Marlen
A mí me ha dado pena la señora... Su hija le regala el móvil sin más y se va... No. Así no. Luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarPor eso en casa de mis padres, sobre todo por mi madre, aún conservan el teléfono fijo. Ella no quiere móvil. Mi padre sí tiene y se apaña solo para llamar y que le llamen. Nada más 😅
Muchas gracias, Juana, por participar en la 49ª edición de El Tintero de oro en homenaje a Pratchett. Un abrazo y suerte!
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